Durante el 2015 se espera un cambio en el ciclo inmobiliario que llevará a una mejora y recuperación del sector tras varios años de crisis. Los principales factores que apuntan en esta dirección son:
- Las perspectivas de mejora en la economía y la confianza, al preverse que el PIB crecerá un 2,2% en 2015.
- Las perspectivas de una mejora en el mercado laboral tan deprimido durante los últimos años.
- La dinamización de las ventas de vivienda usada a unos precios en la banda moderada.
- El acceso al crédito, las entidades financieras están volviendo a abrir el acceso a la financiación.
- La disminución del coste de financiación que se puede hacerlo aun más favorecida por el descenso de tipos de interés esperado el gracias al programa de compra de deuda del BCE.
- El aumento del ratio de rentabilidad esperada en relación a los precios (bajos) existentes.
- Recuperación experimentada por el sector terciario en términos de volúmenes de inversión, tasas de disponibilidad y rentas durante los últimos trimestres.
Todo ello indica, como apuntan algunos análisis sobre el sector como el informe semestral sobre el mercado inmobiliario de Bankinter que el 2015 es el año de la recuperación de este sector con un aumento de los precios y una tendencia continuada que se consolidará en el 2016.
Esto llevará a un comienzo en la reactivación de la actividad promotora, tras haber alcanzado mínimos históricos en los dos años anteriores. Muchos expertos del sector creen que la demanda total de vivienda aumentará en 2015 hasta alcanzar las 400.000 viviendas y para el 2016 la demanda total debería aproximarse a las 450.000 y creen que gran parte de ese volumen de la demanda vendrá motivado por la recuperación de las ventas de vivienda nueva después de unos años en caída debido a una baja demanda y a la paralización de las promociones.
Desde ese mismo lado de la demanda y a pesar de esos indicios positivos se debe tener en cuenta que muchas empresas del sector aún tienen un potencial limitado ya que se encuentran inmersas en un proceso de desapalancamiento y saneamiento de sus balances.
Como colofón y sin perder de vista que este es un sector todavía en recuperación incipiente con alternativas de inversión limitadas y asumiendo un escenario con tipos de interés cercanos al 0% y sin inflación (o muy reducida) y con precios y rentas al alza, entonces, desde la perspectiva de búsqueda de inversiones con confianza en el sector pero matizada por una necesaria prudencia y excluyendo materializar rentabilidades en el corto plazo, daríamos dos pautas:
- Tratar de utilizar como vehículo para las inversiones las SOCIMI’s (sociedades anónimas que se dedican a la adquisición y rehabilitación de activos inmobiliarios).
- Centrarse en un catálogo final de productos basado en activos inmobiliarios situados en grandes ciudades (en áreas de calidad o con buena cotización) o en zonas turísticas reconocidas.