La puntualidad es una cualidad difícil de incorporar en los hábitos de muchas personas. No lo logran por más que lo intentes en diversos aspectos de su vida. A menudo no es que no sean puntuales en algunas cosas y en otras sí, más bien lo que tienen es una conducta consistente sin importar si se trata de asuntos rutinarios o de algo de gran importancia en sus vidas, y sencillamente no llegan a tiempo.
La conducta de la puntualidad es básicamente pensar en el tiempo de los demás, aunque también en el propio, desde luego. Tengo un plan, voy a una cita que tengo la expectativa de que empezará a cierta hora y hago mis cálculos sobre cuándo terminará aproximadamente, para poder planear otras actividades después, por lo tanto soy puntual básicamente porque así conviene a mis intereses.
Además se es puntual porque no se tiene ningún derecho de disponer del tiempo de los demás, ni de obligarlos a hacer cambios en sus planes porque uno no pueda de llegar a tiempo a sus citas o compromisos que impliquen ajustarse a un horario.
En todo caso ¿Cómo es que por mucho que lo intenten algunas personas llegan siempre al menos con 15 minutos de retraso, mientras que otras llegan a tiempo siempre? Podemos observar algunas claves de aquellas personas que son patológicamente puntuales para extrapolar algunos consejos a dar a los que quieran cambiar conductas impuntuales.
Son muy meticulosos y estrictos con su agenda.
No se basan en su memoria y han asumido que su agenda es la herramienta que hay que usar para recordar cuándo hacer las cosas. Puede ser una agenda tradicional o una aplicación informática para ordenadores o dispositivos móviles. En este caso las funcionalidades como los recordatorios y avisos de una reunión ayudan enormemente a cumplir con los compromisos horarios.
Anticipan imprevistos que causen retrasos.
Llegar a tiempo significa estar preparado para lo imprevisto. Especialmente cuando se requieren desplazamientos no hay que contar con que el tráfico, el bus o el tiempo de encontrar un taxi sea el teórico que por ejemplo nos indiquen aplicaciones de búsqueda o Google.
Reservan una tarea para cuando lleguen a su cita.
Hay muchas personas que llegan tarde ya que están tratando de acabar algo antes de lanzarse a la cita o reunión inminente. Si esto ocurre una solución es tener alguna tarea apropiada que hacer para cuando se llegue a la reunión. Si se llega con un poco de antelación mientras los demás se incorporan puede haber tiempo suficiente para completar cierto tipo de tareas como enviar un mensaje, mail o realizar una llamada breve.
Y desde luego desde Advisor Abbate bien sabemos que en el mundo de los negocios los compromisos como el de la puntualidad son básicos y recomendamos adoptarlos siempre.