Sabemos que la libertad económica implica el ejercicio libre de actividades económicas para los diversos agentes de una sociedad o de un determinado ámbito. Desde Advisor Abbate hoy queremos hacer unos pequeños apuntes en el sentido de como la libertad amplía las posibilidades de crecimiento económico al menos si lo comparamos con las opciones de economías fuertemente reguladas o constrictoras de los derechos individuales.
Obviamente hay diversidad ideológica sobre las alternativas económicas posibles y esto lleva a discrepancias, como podría ser el caso de la interpretación índice de libertad de económica, pero sin entrar en discordias sobre medidas e índices, nos gustaría destacar algunos aspectos clave como pueden ser los derechos de propiedad, el estado de derecho como garante, el libre comercio, y el ideal de un gobierno que no entorpezca para poder potenciar el crecimiento económico y el aumento de las la oportunidades para generar prosperidad en la población. Estos son, en gran medida, elementos diferenciadores entre las naciones que prosperan y respecto a aquellass que permanecen en la pobreza y la corrupción. En un territorio que defienda estos principios, es más probable que haya menos pobreza, más empleo, mejor calidad de vida, entornos más saludables y mayor esperanza de vida en su población
Es un hecho como en el pasado reciente países con su económica totalmente regulada, como la extinta Unión Soviética, fracasaron estrepitosamente. Y cualquiera podría constatar las cifras del colapso económico y de la pobreza generada en aquellos países como Venezuela y Cuba que frenaron la libertad económica en sus territorios.
También sabemos que a mayor libertad económica, menor corrupción política y que está corrupción,a su vez, genera ineficiencias económicas.
La última gran crisis financiera ha propiciado que resurja con fuerza el dilema Mercado versus Estado como unos de los temas centrales en la economía y en la sociedad. Y como resultado de ello las tentaciones de las administraciones públicas hacia la regulación están siendo poderosas. Allá donde se realice una mayor intervención pública se podría afectar seriamente a diferentes ámbitos de la libertad económica. Y las decisiones intervencionistas en la economía que se hayan estado tomando y que continúen generándose tendrán un impacto en la configuración y la orientación del futuro cercano de nuestras sociedades. Esto puede ser una amenaza para la prosperidad de los próximos años.
El estado puede ayudar a incentivar el crecimiento pero no puede sustituir a los agentes económicos que mediante su iniciativa privada pueden multiplicar el beneficio social mediante la generación de riqueza y empleo. En las administraciones públicas con frecuencia se toman decisiones que afectan al entorno económico, esto lo suelen hacer políticos y burócratas despreocupados de la visión a largo plazo, y que recurren alegremente al dinero de los ciudadanos para tomar decisiones a veces muy ideologizadas.