Desde Advisor Abbate queremos virar del concepto de Smart City al de resiliencia urbana, pues creemeos que han de estar relacionados necesariamente.
Podemos definir el concepto de resiliencia urbana como la capacidad de recuperarse rápido de los impactos que sufre ese hábitat humano.
Los mecanismos de resiliencia urbana ante desastres deben planificarse de manera integrada para asegurar que se tienen en cuenta la complejidad e interacción de todos los sistemas urbanos y que se contemplan todas las variables.
Expertos como Frederick Krimgold destacan la interdependencia entre las infraestructuras y la resiliencia urbana en caso de emergencia.
Estados Unidos ya trabajó una lista de todas las infraestructuras y los recursos clave que era necesario proteger, ya que se detectó que los fallos en puntos concretos podían afectar a diversas áreas. La lista incluía instalaciones comerciales, industrias clave, presas, servicios energéticos, reactores nucleares, materiales, residuos, tecnologías de la información, comunicaciones, envíos y correos, así como transportes e instalaciones gubernamentales. Se trata de una lista bastante amplia en que habría que clasificar por importancia teniendo en cuenta diferentes criterios
Hay algunas iniciativas destacadas de resiliencia urbana como 100 Ciudades Resilientes: Se trata de una iniciativa de la Fundación Rockefeller que agrupa cien ciudades que tratarán temas de resiliencia urbana. Estas ciudades han implantado la figura del CRO y se comprometen con un programa determinado para dirigir su agenda hacia la resiliencia urbana. Son cien ciudades que han mostrado interés en la resiliencia urbana y servirán para explorar posibilidades.
Krimgold destacan que “Hemos creado una economía de oferta y demanda en este tema que generará mucho movimiento entre los distintos agentes”.
Ideas destacadas en torno al resiliencia urbana:
- Los fallos en los sistemas de agua y de energía son los que más consecuencias tienen.
- Las zonas donde las relaciones entre estos sistemas se intensifican son las que pueden desencadenar más problemas, concretamente de fallos en cadena.
- El enfoque de la resiliencia se centra en la comprensión de los sistemas y sus interacciones, mientras que el enfoque original se centraba en la resistencia de edificios e infraestructuras.
- Para hacer frente a problemas de resiliencia urbana es importante involucrar a los agentes de los distintos sistemas para que interaccionen y trabajen en equipo y lograr, así, una aproximación intersectorial.
- Coordinar los distintos sistemas es una tarea muy compleja que requiere un esfuerzo masivo de generación de modelos y recolección de grandes cantidades de datos.
Ante los retos de la globalización actual, junto con la escasez de recursos del planeta y ante la falta de capacidad para protegerse totalmente de los desastres que amenazan nuestras sociedades es importante también hacer partícipe al ciudadano invertir en educación y formación, para convertir nuestras ciudades en un lugar más habitable, más seguro, con mayor calidad de vida.