En 2015 los fondos de capital riesgo han superado los 600 millones de euros de inversión en startups radicadas en España, según algunos actores del sector. El aumento ha sido excepcional ya que en 2014 se lograron 347 millones que a su vez fue un 26% más que en 2013.
De todas maneras el número de operaciones no ha aumentado más que un 1,5% eso significa que no hay un tejido creciente y masivo de emprendimiento en nuevas actividades económicas. Y aquí hay todavía mucho camino por recorrer.
Sin embargo la financiación sí que ha despegado en diversas modalidades. Ha aumentado el peso de los Business Angels que supuso casi el 26% del total en 2015 frente al 17% del año anterior. También hay co-inversiones con fondos extranjeros. Los inversores profesionales extranjeros están incluso condicionando las estrategias de las startups españolas promoviendo su salida al exterior. Los fondos americanos, están buscando oportunidades en todo el mundo, y en España muchos las han encontrando junto con otros fondos españoles. Eventos exitosos como el South Summit permiten que se detecten las mejores oportunidades en España. Esta feria se ha consolidado como referencia para el emprendimiento, no solo en España sino también para el sur de Europa.
Se ha apostado, sobre todo, por firmas financieras, de base tecnológica y del sector del ecommerce, y desde luego están presentes varias de los sectores estrella como el FinTech, el Lifestyle, el eHealth o el Internet de las cosas.
Las startups españolas están captando más financiación porque han logrado trasmitir la ambición, la viabilidad y la rentabilidad de sus proyectos y eso le ha dado un acceso a una financiación que antes no tenían. Algunos emprendedores han asumido una visión más global y han asumido modelos de negocio que necesitan captar rápido otros mercados donde se necesita una alta financiación, y se están encontrando los fondos necesarios para ello.
Sin duda algunos puntos débiles del sistema emprendedor español han mejorado particularmente la financiación en todas las etapas del emprendimiento sobre todo las que corresponden al inicio. Y haría falta mejorar la atracción de más capital para las etapas que necesiten mayor volumen o para las startups que ya de inicio necesiten una inyección económica muy abundante. También el apoyo gubernamental podría ser importante por ejemplo reduciendo al máximo la carga fiscal de las startups cuando están empezando.
Desde Advisor Abbate nos congratulamos de estas buenas noticias y esperamos que todo este fenómeno se consolide y supere en el 2016 y en los siguientes años.