Normalmente todos convivimos con la presión especialmente en el mundo laboral y de la empresa donde la competitividad suele empujarnos a intentar superar un nivel de exigencia alto y que va aumentando con el paso del tiempo, pero no es tarea fácil conseguir el rendimiento apropiado para ello. El pensar demasiado sobre el nivel que se espera de nosotros nos puede hacer aumentar la presión sobre nosotros mismos. En un emprendedor la supervivencia de su actividad puede depender de como pueda soportar la presión.
Las funciones de liderazgo generalmente generan altas expectativas y la presión es, en consecuencia, elevada. Es necesario saber manejarla y la ayuda de un asesor de alta calificación en todos los aspectos del liderazgo sin duda incidirá en tratar este aspecto fundamental de las exigencias al líder.
Hay algunas claves para plantear la presión correctamente. Nos centraremos en cinco que serán de utilidad :
- Centrarse en los fundamentos.
En aquellos momentos de más incertidumbre no hay que perder la perspectiva de lo cierto, de aquellas habilidades y conocimientos con las que contamos y que forman parte de nuestro capital humano. Hay que recurrir a ese anclaje a nuestras certezas y nuestras armas para solventar situaciones.
- Redefina el concepto de presión. En lugar de ver la presión como una amenaza plantéelo como un reto como una oportunidad de ponerse a prueba. Si es capaz de encontrar el punto de vista estimulante, asumir el desafío y focalizar sus esfuerzos, la superación del reto le puede llevar a una mejor desempeño, a un mayor rendimiento.
3. Autoafirmación
Apoyarse en los aspectos positivos de su vida – familia, amigos, aficiones, logros – durante momentos de estrés impulsa enormemente ante las dificultades. La confianza en uno mismo es fundamental y esas técnicas de buscar lo que ya se tiene de positivo y repetírselo es un aspecto de la vanidad que nos puede ayudar enormemente.
- Considerar la temporalidad de las tareas
No debe hacer planteamientos del tipo: Esta es mi última oportunidad . Eso entraña una autolimitación y las certezas son pocas en este mundo, pueden haber segundas oportunidades o incluso más.
Cuando se ve un hito, etapa o entregable como un medio para un fin y no un fin en sí mismo, se alcanza la perspectiva de que hay espacio para maniobrar, para aprender, crecer, mejorar y para retroceder si fuera necesario.
- No ponga demasiada presión sobre sí mismo
El aspecto psicológico de autopresionarse hay que abordarlo. Llega un momento que no por más exigirse se podrá aumentar el rendimiento. Conozca sus limitaciones.